
Una playa llena de historia en Extremadura es la de Proserpina, ubicada en este embalse con nombre de diosa romana y es que la estructura original de esta presa se remonta al siglo I a.C. cuando los habitantes de la Emerita Augusta llevaban agua a la ciudad por cañerías que se distribuían a lo largo de más de 10 kilómetros y que al llegar al río Albarregas se convierte en el vistoso acueducto de Los Milagros, uno de los símbolos de la ciudad por su espectacularidad. Así que el embalse de Proserpina, que está incluido en el conjunto arqueológico de Mérida y es Patrimonio de la Humanidad, ha formado parte de la vida de los emeritenses desde hace muchos siglos y sigue siendo lugar de encuentro de pescadores a los que se han sumado los windsurfistas, bañitas y aquellos que gustan pasear en su orilla durante todo el año.
El embalse de Proserpina recoge el agua de dos arroyos cercanos además de la lluvia. Su dique tiene un largo de 425 metros y sus aguas se extienden a lo largo de 70 hectáreas.
Datos útiles para un paseo al embalse de Proserpina
Tiene playa con arena y espacio para juegos y sombrillas.
Hay sitio para aparcar y chiringuitos para comer y refrescarse todo el año.
¿Cómo llegar? La mejor vía es desde la propia ciudad de Mérida, por la Ex-209, hay que tomar la avenida del Lago, que nos lleva directamente hasta el embalse.
Distancias: Desde Mérida: 5 km / Desde Cáceres: 77 Km / Desde Badajoz: 66 Km.
Publicado el 12 de junio de 2017
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