
El Valle del Jerte es el centro de las cerezas en Extremadura y a donde habría viajado hasta Julio Verne para degustar la primera fruta del verano. Un viaje que de mayo a julio ofrece la Cerecera, un programa cultural, gastronómico y festivo tan amplio, que lo hace tan atractivo como en primavera los cerezos en flor porque durante la recolección de la cereza el Valle del Jerte se vuelve de un rojo pasión digno de ver.
Además en una época del año donde se puede disfrutar de muchas de las cascadas de Extremadura así como de las piscinas naturales más espectaculares de Extremadura.
La Cerecera es la meca de las cerezas en Extremadura
Las cerezas del Valle del Jerte viajan por mercados internacionales y nacionales, pero la Cerecera es una ocasión excelente para conocer el fabuloso lugar donde se cultivan de forma tan natural, que su sabor es único y tiene un altísimo contenido en vitaminas. El visitante podrá sentir la experiencia de recolectar sus propias cerezas y probarlas recién cogidas en el campo o en propuestas delicatessen de los restaurantes de la comarca. Como complemento podrá elegir entre numerosas actividades de turismo activo en lugares increíbles.
Feria de la Cereza
El día grande de la Cerecera hay siempre un gran mercado de cerezas que va rotando de pueblo en pueblo del Valle del Jerte en medio de un ambiente de fiesta con planes para niños, senderismo y visitas guiadas incluidas. Es el momento incluso de probar el gazpacho de cerezas, toda una sorpresa gastronómica.
Jornadas gastronómicas de la Cereza Picota
Restaurantes de la comarca ofrecen menús degustación con un ingrediente común: la Picota, que es la variedad con Denominación de Origen que únicamente crece en este rincón del mundo. Los mejores chefs de la comarca se lanzan con creaciones propias basadas en el producto estrella del Valle del Jerte.
Agroturismo y catas de cerezas
Durante la recolección de la cereza, el visitante puede sentirse como uno más y conocer desde dentro los procesos tradicionales de recogida y selección de la cereza en pleno contacto con la naturaleza. El agroturismo, tan en boga, permite salir al campo y visitar las cooperativas del Valle del Jerte para conocer los secretos de las famosas cerezas. No faltará una cata de todas sus variedades y la posibilidad de llevarse a casa cajas de cerezas cuyos precios se disparan en el mercado final. Toda una experiencia si además el visitante se ha lanzado a recolectarlas con sus propias manos.
Fotos de Andy Solé
Publicado en mayo de 2017
Journey to the middle of cherries