Allá por la década de los 90 del pasado siglo, la Corrobra “Estampas Jurdanas”, con la colaboración de la productora audiovisual “Libre Producciones”, dio el pistoletazo de salida a lo que más tarde se convertiría en una fiesta institucional, rotativa por los seis concejos jurdanos (el séptimo, que es el de La Pesga, se separó por motivos políticos de su matriz hace ya un puñado de años).
Nos referimos a la Matanza Tradicional Jurdana. Y fue en aquella primera matanza, celebrada en la alquería de Aceitunilla, cuando vi y escuché a Tío Manuel Guillermo Velaz, más conocido por “Tío Manué el Canu”, tamborilero de la aldea de El Cerezal, meterse en trance e iniciar todo unos curiosos ritos matanceros.
Después de las correspondientes cruces sobre el cuero del animal, una vez “chamuhcau con lah carquésah”, abrió en canal el cuerpo del “gurrinu” y vertiendo una jarra de vino sobre las carnes del animal sacrificado, recitó unos curiosos ensalmos. Luego, unos danzarines “galiciánuh” (así se conoce a los vecinos de Aceitunilla) bailaron con sus castañuelas, al son de la gaita y el tamboril, en torno a la mesa matancera, como lo harían por la noche, bajo la chacina que colgaba al humero bajo sus correspondientes varas. Contaban los antiguos que se ejecutaban aquellas curiosas danzas para que las brujas envidiosas no “maliciaran el mondongu”.
Hogaño, el Tío Manuel, con sus ya 86 largas primaveras a cuestas, no podrá asistir a la XVI edición de la Matanza Tradicional Jurdana, la que se celebrará en Caminomorisco el sábado, día 11 de marzo. Hasta la fecha, Tío Manuel había permanecido en la batalla y en la trinchera, pero los años no perdonan y hay que retirarse al burladero. Parece ser, y así lo asegura Soraya Conde Martín, concejala de Cultura y Turismo en el Ayuntamiento morisqueño, que el Calendario Zaragozano augura tiempo seco y escurrido para el día del festejo, y así lo corroboran los más mayores del lugar, que tienen sobrada experiencia meteorológica por su constante mirar al cielo desde sus quebrados y montañosos campos.
El día 11 de marzo, a eso de las diez de la mañana, se iniciará el reparto del aguardiente, a fin de quitar las telarañas de la garganta, bien acompañado por los dulces tradicionales. La asociación de mujeres “Alavea” será la encargada de trajinar para arriba y para abajo, escenificando paso a paso todos los quehaceres que conlleva esta matanza tradicional, animada por los ecos de los tamborileros jurdanos, que no pararán en todo el día en soplar la gaita y en zurrarle la badana al tamboril.
Sobre las 12,30 horas, se subastarán las piezas del “lichón” sacrificado, y, cuando comiencen a sonarle al personal las tripas, todo los asistentes están invitados a degustar los ricos asados matanceros, regados más que suficientemente por los buenos caldos de la tierra. Cuatro puntos se han destinado para que la gente pueda comer sin prisas pero sin pausas: explanadas de la gasolinera y de “Rocandelariu”, plazuela de la Casa de Cultura (“Casa Reonda”) y Plaza de la Libertad.
A la par que se desarrolla la matanza, también extenderá sus apreciadas mercaderías el VI Mercado Artesano, donde se expondrán piezas de cerámica, joyería, madera, cartón, piel, papel, textil, vidrio, telares, metal, reciclaje e incluso otros puestos relacionados con la gastronomía y los productos típicos. Se darán cita unos 100 artesanos, venidos no solo de Las Hurdes, sino de las dos provincias extremeñas, Salamanca, Zamora, León y Madrid. Por la tarde, está anunciada la actuación del grupo de folk posmoderno “Verdolaga”, a eso de las 17,30 horas.
Igualmente, se llevará a cabo un Encuentro Interprovincial de los tamborileros de la comarca salmantina de Sierra de Francia y los de la comarca de Las Hurdes, pero esto ya será motivo de otra crónica aparte. Con anticipación, les deseamos que les hagan buen provecho las parrilladas de carne y la “polienta” (vino casero) que se meterán entre pecho y espaldas. ¡Salud!
Publicado en marzo de 2017