Don Tomás Gómez fue secretario de los ayuntamientos de Caminomorisco y Casar de Palomero en la primera quincena del siglo XX. Asiduo colaborador de la revista “Las Hurdes” (I Época), miembro de la sociedad “La Esperanza” y decidido colaborador del Primer Congreso Nacional de Jurdanófilos (1909). Gran observador de la vida y costumbres de los jurdanos, nos dejó pinceladas de gran valor antropológico y etnográfico en las revistas con las que colaboró, firmando casi siempre con variopintos seudónimos.
Hablando de ese mitológico pelele que en muchos pueblos de la comarca jurdana pasearon en las carnestolendas y que hoy pervive en el “Carnaval Jurdanu”, al que llaman “El Morcillu” o “Don Pericu”, nos dice así: “Mientras El Morcillu arde en la hoguera, todos, chicos y grandes, bailan al son del tamborilero en torno al fuego, lanzando grandes gritos y jijeos. Parece como si entrasen en trance, a lo que les ayuda sin lugar a dudas el mucho vino, ponche y aguardiente que trasiegan, poniendo sobre los claroscuros de estos pueblos pizarrosos una estampa que parece remontarnos a antiquísimos y misteriosos ritos de época prehistórica”.
No tiene desperdicio alguno el párrafo de don Tomás Gómez, porque viene a ser la síntesis de esos antruejos que esperan obtener la gracia de ser ungidos como de Interés Turístico el próximo día 25 de febrero, “Sábadu Gordu del Entrueju”, según el singular y particular calendario de este pueblo tan bravo y tan libertario que, desde tiempo inmemorial, se aposentó entre altos farallones de pizarras, a los que domeñó con la fuerzas de sus manos. Ya hablaba don Tomás Gómez de los míticos rucones, un pueblo del que parece que descienden los jurdanos y que, en tiempos nebulosos y protohistóricos, a tenor de ciertos cronicones, abarcaban un espacio mayor que el que hoy ocupa la bien delimitada comarca de Las Hurdes, desde un punto de vista geomorfológico.
Esperando que haya fumata blanca y que la comisión de expertos que vendrá a evaluar in situ el festejo en nombre de la Dirección General de Turismo de la Junta de Extremadura mueva con atinada mano su botafumeiro, los vecinos de Azabal ya están ultimando sus quehaceres y atando todos los flecos para que los antruejos de este año sean la mayor organización desorganizada que se vio jamás. Desean que retumben todas las montañas con el zarandear de cencerros y tamboriles y hasta sus antepasados, que fueron quienes les legaron tan desenfrenados y orgiásticos antruejos, danzan de contento dentro de sus tumbas.
A primeras horas de la mañana, ya estarán “Tíu Manué “El Vaca”, de la alquería de Arrolobos, y “Tíu Manué Ronceru”, de la alquería de El Cabezo, echando sus pregones desde sus pedestales. Las comadres de Azabal repartirán los riquísimos “matajámbrih” y el aguardiente que quita las telarañas de la garganta a todos los que vayan llegando, mientras que se escuchan antiguos cantos, acompasados por las zambombas calabaceras. Cuando los motores vayan calientes, se irá en busca del “Rey del Entrueju” y, luego, ya todo rodará en una imparable algazara, donde, en el momento más inesperado, aparecerán los que dan vida a “La Cricona”, “rejuiju” (cuadro escénico) al que también llaman “Loh Araórih del Rozu”, del que se encarga la “corrobra” que dirige el siempre voluntarioso Carlos Rodríguez Rodríguez, incardinada en su proyecto de “La Era de Horcajo”.
…Y saldrán el “Toru Bardinu” y “La Tía Rechonchona”, el “Obíhpu Jurdanu” y sus indulgencias “cagalutérah”, la “Osa del Cabezu” y “El Machu Lanú”, “Lah Mózah del Guinardu” y la “Jáncana” y el “Pelujáncanu”, “La Jilaora” y “El Zajuril”… Todo un mundo cuasi aquelárrico y contraventor, al que contribuirán otros muchos comarcanos venidos de multitud de pueblos de la zona, mostrando así su apoyo y su confraternidad con los vecinos de Azabal y poniendo en solfa a los que solo se miran el ombligo y viven todavía anclados en aldeanismos o chovinismos que pretenden crear compartimentos-estancos, tantos altos como bajos, en vez de percibir a la realidad histórica y geográfica de Las Hurdes como un todo que tiene su mirada puesta en el futuro sin perder su identidad y sus raíces.
Publicado el 23 de Febrero de 2017