La comarca cacereña de Sierra de Gata se ha convertido en el primer territorio extremeño en contar con un Parque Cultural en el que se han involucrado 20 municipios para dar sus pasos unidos en el desarrollo de un proyecto territorial. La Sierra de Gata cree que es necesario conservar su acervo cultural bajo una estrategia común para proyectarlo en el futuro mediante una planificación del desarrollo sostenible.
Un territorio singular
En el noroeste de la provincia de Cáceres, y lindando con Portugal, encontramos este territorio singular donde confluyen elementos patrimoniales y culturales de alto valor, integrados en un entorno físico de relevancia ecológica y paisajística singular.
La figura del Parque Cultural define esta comarca y permitirá conservar y proyectar sus peculiaridades.
Los espacios naturales de la Sierra de Gata conforman parajes que conservan hábitats de alto valor para la biodiversidad y los paisajes antrópicos de montaña marcados por la agricultura tradicional, la ganadería y la explotación forestal.
A pesar de la orografía del terreno, la comarca se adapta a todo tipo de visitas para que ninguna persona se quede sin disfrutar de estos maravillosos paisajes.
La biodiversidad de la comarca se palpa en cualquier época del año, pero lo hace de una manera especial durante el otoño con la programación cultural El otoño en Sierra de Gata.
Patrimonio y cultura
Recorriendo sus pueblos, nos encontramos con la arquitectura tradicional de las viviendas con casas fuertes elaboradas a base de piedra y madera. Muchas de estas fachadas son un mural decorativo en el proyecto ‘Agua Dulce’, donde un grupo de artistas urbanos han dibujado escenas de naturaleza y agua,
Los edificios defensivos y religiosos salpican la sierra de castillos, almenaras, ermitas e iglesias.
Pero la Sierra de Gata también cuenta con elementos intangibles de su cultura que son un ingrediente más del Parque Cultural. La lengua A fala de Valverdi du Fresnu, As Ellas y Sa Martín de Trevellu, las fiestas locales y tradicionales y las manifestaciones populares y religiosas. Así como con cinco conjuntos históricos.
Gastronomía arraigada a la tierra
Los valles y montañas de la sierra nos ofrecen productos elaborados en la tierra. Aceite, quesos, miel, setas y castañas. Una gastronomía asociada a los guisos pastoriles, al cabrito, al cerdo y a los dulces populares.
Los serragatinos han dejado su huella en el medio físico en el que están asentados. Una comarca marcada por los senderos empedrados, zahurdones, chozos, tenadas, pajares, fuentes, puentes o majadas.
Los vestigios de culturas pasadas son dignos de visitar como las estelas, dólmenes, ruinas o inscripciones.
En la actualidad, la artesanía tradicional sigue dejando huella con el arte de los encajes de bolillo, la forja, o los trabajos en cuero y madera.
Compromiso durante cuatro años
Las administraciones y los vecinos han firmado un protocolo de actuación con una vigencia de cuatro años en el que se comprometen a dotarlo de una estructura de gestión participativa para implicarse en la conservación de sus recursos patrimoniales históricos, filológicos, arquitectónicos, culturales, agrícolas, etnográficos y naturales.
En este Parque Cultural irán de la mano la Junta de Extremadura, la Diputación de Cáceres, la Mancomunidad de Municipios, Adisgata, la Asociación de Empresas Turísticas de la Sierra de Gata (Turisgata), la Asociación Somos Sierra de Gata y la Asociación de Empresarios de Rivera de Gata.
Publicado en diciembre 2016