Unos a la mañana y otros a la tarde, salimos a pasear por esta generosa ciudad para vigorizarnos dándole rienda suelta a la potencia de nuestras piernas y ritmo a la patata, quiero decir corazón. Es una placidez saber que cada día paseas por la historia a tu modo y gana. Otros hacen running, walking, treking o footing donde posan los pies. El caso es que uno camina por Plasencia lento o rápido dependiendo de cómo trabajen las bielas –quiero decir piernas- y se sienta el cuerpo. Y ello sin necesitar definir al hecho con palabra anglosajona de turno, valga la vulgaridad. Uno también se asoma a un exterior alto –hago balconing sin hacer tonterías mortales- para captar nuevos planos fotográficos de la Catedral placentina o pillar vistas de otros paisajes arquitectónicos singulares. En esta ciudad puedes trabajar todas las disciplinas de las piernas, la respiración de los brazos y el corazón de forma muy española y extremeña. Por ejemplo, en vez de hacer slalom en cualquier pista prefabricada, te lanzas a correr (running) por la calle Sol, sorteando, zigzagueando entre personas, cantantes y puestos ambulantes hasta llegar a la Puerta del Sol o más allá. Una forma de deporte que conlleva la puesta a punto de los buenos reflejos visuales además de agudizar otros. Lo de caminar es mucho más sencillo. El walking se puede practicar por todo el casco antiguo, callejeando, paseando sin prisas pero sin detener la marcha, conservando el ritmo. En caso de que se necesite forzar los pulmones y acelerar el motor principal del cuerpo, se aconseja correr (running) por diversos parques agradables de los varios que ofrece Plasencia, como Los Pinos, El Cachón, el Parque La Isla, la ribera del Jerte y otros. El hecho de pueblear (treking) por el norte de Extremadura está tirado, no tienes nada más que leer y consultar PlanVe. Lo de mover los pies con más o menos prisa (footing) es una rebuznancia de todo lo anterior. Es decir que se puede correr, caminar, pasear por Plasencia y pueblear sus alrededores, maravillándote, disfrutando, sin necesidad de speak english. Solo mover las zancas.
Texto y foto de Alfonso Trulls para su columna Impresiones de un foráneo
Publicado el 4 de noviembre de 2016