No tienes que comprar solo calabazas de plástico y cantar al coco para disfrutar de una divertida noche de cuentos de miedo. Podemos hacer un halloween a lo extremeño, sin tener que razonar mucho sobre el asunto, sólo dejándonos llevar por las historias de terror, en noches frías y largas, como las que nos ofrece este próximo fin de semana con su cierre tenebroso, el día de los difuntos.
Las Hurdes, territorio mágico
La adrenalina fluirá por nuestro cuerpo casi tanto como en una montaña rusa, cuando contemos en grupo algunas historias, como las del río Malvellido en Las Hurdes, donde cada jueves a medianoche dos grupos de ánimas recorren las orillas del río, cada uno en un sentido, van de blanco y en perfecto silencio iluminadas solo por el sinuoso bailar de una vela y es muy peligroso verlas, porque si te las encuentras cuando se cruzan no podrás contar que las has visto. El río Malvellido recorre la comarca de Las Hurdes y de día cerca de El Gasco ofrece unas espectaculares vistas sobre los meandros, sinuosos como la luz de la vela, que hace el curso de sus aguas.
Podríamos pasar la noche contando historias de miedo de Las Hurdes, las apariciones y las leyendas abundan en esta comarca, recreada en cuentos y películas, como Genti di Muerti, porque en las noches oscuras, de entre la niebla aparecen tétricos personajes que vienen a llevarse las vidas de aquellos que están en agonía, algunas personas además heredan unas marcas que los identifican con estos seres extraordinarios.
Actualmente en Las Hurdes se siguen celebrando ritos ancestrales, donde participan extraños seres, que bajan de las montañas, mientras los presentes asan castañas y rezan a las ánimas. Hablamos de la Carvochá y la Chicharrona, el rito de las ánimas en Las Hurdes que bien nos cuenta Félix Barroso.
Ánimas, espantos y almas errantes en Extremadura
Las ánimas merecen tanto respeto que en varias localidades de La Vera, cada tarde podemos ver una mujer con una campana caminando por las calles rezando a las ánimas con una seriedad y un recogimiento admirable.
Los espantos y aparecidos también se esconden entre las encinas y los olivares de Ahigal, donde cada verano se organiza una marcha senderista de los encantos a la luz de luna, en busca de aquellos espíritus que espantaron a los abuelos. Muchos de esos encantos salían en la noche de San Juan, también llena de magia, pero no se descartan las apariciones otoñales.
Para la velada turística de miedo recomendamos tener la posada cerca, pues en las carreteras extremeñas en horas de la noche suelen aparecer seres tenebrosos que pueden alterar nuestro viaje. Si viajas por la N-V y pasas cerca de Talavera la Real, en la provincia de Badajoz, tienes que estar muy pendiente, porque a la altura de la base aérea puedes encontrar a una triste dama vestida de blanco, que parece llevar un bebé entre sus brazos y cruza la calzada de un lado a otro. Es el fantasma de una mujer que aún deambula por allí con su tristeza.
Más al norte, en la carretera entre Montehermoso y Pozuelo de Zarzón, una larga recta de calzada parece acumular sus misterios, allí muchas almas han dejado sus cuerpos. Y entre Plasencia y Malpartida de Plasencia hay una curva muy famosa porque en ella aparece una hermosa niña, que pretende subirse en los coches que pasan por allí y en ocasiones… lo hace.
Casas fantasmales puerta con puerta
Casas encantadas de donde salen a medianoche llantos, quejidos y lamentos puedes encontrarse en distintas localidades, cada una con su leyenda y con su aspecto antiguo y fantasmal, como la Casa del Mono en Cáceres, sobre ella verás tres gárgolas, una representa a una mujer llorando, otra a un mono cargando un bebé y otra a un anciano, personajes que forman parte de la trágica leyenda de esa casa, que actualmente abre durante el día como biblioteca, pero desconocemos quiénes suben sus escaleras, se asoman por sus ventanas y sollozan entre las piedras de sus gruesas paredes en horas tardías. Además, hay casas encantadas en Hervás, Tornavacas, Badajoz, Logrosán, Coria y La Codosera, a las que los lugareños prefieren no acercarse.
Si vas a Portezuelo verás un castillo que sobresale entre las enormes extensiones de dehesa, allí aún puede sentirse los espíritus errantes de una pareja shakesperiana extremeña, aquella que protagoniza la leyenda de los amores frustrados de la princesa árabe Marmionda y su joven y guapo caballero cristiano.
Puedes imaginar toda una película de terror con la llamada “gruta de los vampiros,“ que durante siglos perduró junto al Monasterio de Yuste y que donde hoy, efectivamente, vive una de las comunidades más importantes de murciélagos herradura de nuestro país.
Y no tienes que creer en fantasmas y aparecidos para disfrutar de estas historias, solo con viajar en tu mente siglos atrás encontrarás fascinante historias entre los lugares que visitas y si es cierta la teoría de los mundos paralelos quizás esos personajes aún transiten por allí. Descubre a la Serrana de la Vera, que revive en cada mujer que enloquece en el despecho o la leyenda del Ícaro placentino, aquella que hace protagonista al mismísimo Rodrigo Alemán, el gran artista ejecutor del coro de la Catedral de Plasencia, al que se encerró en lo alto de la torre y desde allí escapó volando gracias a las alas que fabricó con las plumas de los pájaros que llegaban hasta él.
Solo basta con salir y entregarse a la soledad de los paisajes de nuestra región para entregarnos a sonidos que parecen venir de muy lejos o simplemente, si acercamos nuestro oído a las viejas paredes de algunas casas y palacios, quizás escuchemos un desgarro, un aullido, un lamento que nos permita crear y compartir un nuevo y aterrador cuento de miedo.
Publicado en octubre de 2016
Fuentes: leyendas populares y extremaduramisteriosa.com