
Al inolvidable poeta castellano-extremeño José María Gabriel y Galán le idolatraban los vecinos de Guijo de Granadilla. Difícil será encontrar un paisano de este pueblo que no sepa de memoria y de corrido alguno de los poemas que compuso en su corta vida este maestro de escuela que abandonó la tiza y la pizarra por la mancera del arado y el sonido de los cencerros de las vacas.

En Guijo lo enterraron un día de Reyes de 1905. Solo contaba 35 años de edad. Y José María, como no podía ser por menos, cantó, con lágrimas en los ojos, a aquel “Cristu Benditu” al que acudían los guijarreños a contarle sus penas y alegrías: “¡Qué güenu es el Cristu/de la ermita aquella!/ Pa jacel más alegri mi vía,/ ni dinéruh me dio ni jacienda,/ polque ici la genti que sabi/ que la dicha no está en la riqueza./ Ni me jizu marqués, ni menistru,/ ni alcaldi siquiera,/ pa podel dil a misa el primeru/ con la ensinia los días de fiesta/ y sentalmi a la vera del cura/ jaciendu fachenda./ ¡Pa esas cosas que son de fanfarria,/ no da ná el Cristu de la ermita aquella!”

Y en honor de ese Cristu Benditu, ya casi están los convecinos de El Guijo “remuáuh” (puestos de guapos) para meterse de lleno en estos días de septiembre, cuando muchos pueblos de la geografía extremeña celebran la fiesta de “La Exaltación de la Santa Cruz. Después de que los devotos han asistido fervorosamente a la novena en honor de su venerada Imagen, irrumpirá el día 13 de septiembre, martes, cuando se celebre un concurrido concurso de pesca en el embalse de Gabriel y Galán. Después que en los anzuelos hayan caído carpas y bogas, blasblases y barbos y se dé por concluida la novena, los vecinos se dirigirán a la ermita del Cristo, para trasladar la Imagen hasta la iglesia parroquial de San Andrés. Por la noche, a eso de las 23, 30 horas, se celebrará una animada verbena, con la actuación del grupo “Dúo Imperial”.

El miércoles, día 14, es la efemérides principal. Nada más voltear las campanas a media mañana, los paisanos, de punta en blanco, se dirigirán a la misa concelebrada, para salir, al finalizar, en solemne procesión, presidida por la mayordoma Juana María Hernández Martín. Camino de la ermita, se oirán los acompasados y antiquísimos sones procesionales del joven tamborilero Saúl Barroso Azabal, ataviado con su indumentaria tradicional. La comitiva hará una parada en la plaza mayor, al pie del monumento a Gabriel y Galán, donde todo el que lo desee podrá obsequiar al “Cristu Benditu” con alguna loa u otros versos. Una vez en el atrio de la ermita, se procederá a subastar las ofrendas y los brazos de las andas, tal y como mandan los cánones tradicionales.

Antes de la comida, los acordes de la charanga inundarán bares, calles y plazuelas. Por la tarde, sobre las 18,00 horas, se pondrá en marcha la actividad “Peladilla Mantecada”, dentro del recinto de las piscinas municipales. Y después de la cena, una verbena más, a cargo de la orquesta “D,Shalom”. Finalmente, el día 14, jueves, se cerrarán las fiestas con una misa de acción de gracias en la ermita del Cristo, adonde acudía con frecuencia, como gran devoto que era, aquel ya casi legendario poeta que supo llegar a lo más profundo de las almas campesinas con sus enjundiosas rimas. Versos hilados siempre en defensa de los más humildes y que fustigaban con saña a “los amos que no daban la peseta”.

Publicado: 10 de septiembre de 2016