
Bañarse en el paraíso en Piornal es posible con solo adentrarse en El Calderón, un charco salvaje muy apreciado por los lugareños donde reina la paz, el agua es cristalina y la vistas inmejorables. Lejos del mundanal ruido, se puede llegar caminando por el Camino Real o por la carretera CC 17,5 entre los kilómetros nueve y diez tomando un desvío en la curva cerrada, según las explicaciones de la oficina de Turismo del Valle del Jerte, valle al que pertenece, en lo más alto de Extremadura, el pintoresco pueblo de Piornal, el pueblo de Jarramplas y de las fachadas de diseño que son un excelente complemento en una visita.
En otoño la Cascada del Calderón es todo un espectáculo similar a su vecina de más abajo, la garganta del Caozo, una gran losa de roca pulida por la que el agua se precipita 30 metros dando lugar a una pequeña poza. Y en verano atesora un charco espectacular, pequeñito pero muy refrescante a donde, eso sí, hay que ir con todo el respeto que se merece el paraíso: en silencio y sin ensuciar.
Lo ideal es ir caminando porque en coche se hace difícil dar la vuelta y hay pocas zonas para aparcar por lo que es más que recomendable ir a pie y disfrutando del camino, darse un bañito relajante, secarse sobre una roca y volverse con la sensación de haberse bañado en el paraíso.
Publicado en agosto de 2016