
El cielo de Extremadura es perfecto para la observación astronómica por su escasa contaminación lumínica, debido a que la distancia entre municipios es amplia y evita que su alumbrado se solape. Así, goza de idóneos espacios oscuros para descubrir el firmamento. La escasa pluviometría es otra ventaja que la potencia como destino astronómico, sin nubes la mayoría del año. Si se suma que, por lo general, la temperatura media es agradable de enero a diciembre, se obtiene un cóctel de regalos de la naturaleza que favorecen el astroturismo en Extremadura.
Cámaras de alta sensibilidad en las Hospederías
Administración y empresas han puesto la vista en ello con iniciativas como observar en tiempo real el cielo desde la web de la Red de Hospederías de la Junta de Exremadura. En las del Parque Nacional de Monfragüe en Torrejón El Rubio, San Martín de Trevejo en Sierra de Gata, Hervás en el Valle del Ambroz y Jerte en el Valle del Jerte, se han instalado cámaras de alta sensibilidad, que permiten ver atardeceres y amaneceres desde el ordenador, la tablet o el teléfono móvil. Se actualizan a diario y en noches despejadas, incluso, puede uno entretenerse con las constelaciones representadas sobre las imágenes. Además, se trabaja en potenciar el Observatorio Astronómico de Torrejón el Rubio y el planetario Ceta-Ciemat de Trujillo.
Un programa arraigado en Extremadura es el de divulgación científica Bajo un manto de estrellas que la Diputación de Badajoz puso en marcha en 2004, con el fin de adentrar a vecinos y visitantes en el Universo, con actividades en agosto y septiembre en Magacela, San Vicente de Alcántara y Torre de Miguel Sesmero, ideal para público de todas las edades.
La iniciativa privada ha incluido también el astroturismo en su oferta, con observaciones guiadas por expertos, alquiler de observatorios dotados con alta tecnología o rutas estelares.
Rincones que llevan hasta el Universo
La ruralidad de la región es otra baza a favor del astroturismo, hasta el punto de que lo que sobran en Extremadura son escenarios en los que deleitarse bajo el firmamento. Cualquier rincón de la dehesa es bueno, pero si se buscan espacios emblemáticos, uno es el Parque Nacional de Monfragüe calificado Destino Turístico Starlight de Extremadura , una distinción avalada por la Unesco y la Organización Mundial del Turismo, del que solo gozan una decena de lugares en España. El primero en conseguirlo en 2011, fue precisamente el gran lago de Alqueva que comparte frontera y cielo con Extremadura en La Raya portuguesa.
En Monfragüe hay, además, miradores como los de Casas de Miravete y el del Arroyo Malvecino, con información sobre constelaciones.
El Geoparque Villuercas-Ibores-Jara es otro rincón ideal para perderse entre las estrellas, por la densidad de población de sus términos municipales y los puntos altos y despejados en los que buscar acomodo.
El Monumento Natural de Los Barruecos en Malpartida de Cáceres es otro de esos rincones de Extremadura que los expertos apuntan como idóneo para instalar el telescopio, así como sus vecinos los Llanos de Cáceres, limpios de elementos elevados que dificulten la visibilidad.
El Parque Natural del Tajo Internacional es un lugar más con una importante actividad astronómica dirigida al turismo.
No hay más que elegir algún rincón alejado unos cuantos kilómetros de cualquier localidad y empezar a disfrutar en cualquier época del año de las bondades del cielo de Extremadura.
A year round invitation to practice astro-tourism in Extremadura
Publicado en agosto de 2016