En Cataluña, como en Baleares, donde trabajé durante la década de 1980 como periodista, –aquella década prodigiosa sobre la que ahora, con la edad, estoy escribiendo unas memorias– se celebra el Día del Libro, regalándose entre amistades y amores, una rosa y un ejemplar, una forma de hacer cultura en esta época del facebook, el wasap, el wifi y toda esa martingala que están muy bien pero que en nada se pueden comparar con cuanto comunica un libro, que nos acompaña siempre fiel y misterioso con sus páginas de historias a la sombra de un árbol o al amable calor de la chimenea.
Y este año me toca hablar de libros por partida doble. Primeramente por las iniciativas con que nos sorprende una nueva y pujante juventud saboreando las publicaciones en nuestra comarca, que son tantas y me llegan tan de manera imprecisa que huelgo en señalarlas, pero de las que nos alegramos cantidad, señal de que, a pesar de la crisis, “algo se está moviendo”.
Y por otra, digo, porque me toca presentar también por partida doble, dos libros de cosecha propia. El primero de ellos “La Princesa Xariza”, que presentaremos en el Ayuntamiento de Jaraíz el día 22 a las 20.00 horas, de la mano de un grupo entusiasta: Luis Miguel Núñez, Noelia Hernández, Pedro Díaz Samino y un servidor de ustedes. Se trata de una novela de corte histórico arañando lo poco que se puede de los orígenes de la población: Xaraíz, Xariza, Jaraíz, y su desaparecido castillo, germen del núcleo urbano. De esta forma honraremos al libro, en su día.
Y en segundo lugar, en el Ayuntamiento de Cuacos de Yuste el día domingo, 24 de abril a las 12.30 horas, presentaremos junto con el alcalde, José María Hernández, otros libro del que soy autor: “La Serrana de la Vera y el Emperador Carlos V”, que nos narra de manera historificada los avatares de la Serrana con los pormenores de la leyenda de manera que comprendamos hasta qué punto debió sufrir aquella moza para actuar de la manera truculenta con que se comportó, al mismo tiempo de analizar la vida del Emperador en su retiro de Yuste.
No estaría mal que, como decía el poeta “si hay rosas sobre el mar, ya florecerán”. Pues eso, que al menos por primavera o cuando sea proliferen nuestras historias, nuestros libros, que son nuestra vida, pues como decía Cicerón, escritor, orador y político romano (A.C. 43): “No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños”.
Publicado: 14 de abril de 2016