Si el viajero se acerca por la localidad jurdana de Caminomorisco, bueno es que sepa que, no hace muchos años, tal topónimo no se correspondía a pueblo alguno, sino al nombre de un concejo que abarcaba once núcleos habitados, de los cuales han venido en despoblados los de Arrocarpintero, Arrocerezo y Arrofranco. Su término se metía prácticamente en la parte urbana de Pinofranqueado y tuvo como primitivo ayuntamiento la población de Cambroncino, donde se encuentra la iglesia más monumental de toda la comarca de Las Hurdes, puesta bajo la advocación de Santa Catalina.
Cuando el Ayuntamiento se traslada de Cambroncino a la aldea de Las Calabazas, será cuando ésta pase a denominarse con el nombre del concejo. En Las Calabazas nació Juan Martín Martín, el bufón que inmortalizó Diego Velázquez en una de sus pinturas. De aquí que se conozca como “El Bufón Calabacillas”. Personaje de gran ingenio y agudeza, prodigiosa memoria y que estuvo “rasputineando” en la corte del rey Felipe IV. Es inconcebible que no tenga una calle dedicada a su memoria en el actual pueblo de Caminomorisco.
Sin entrar a desentrañar el misterio del topónimo “Caminomorisco”, que nos llevaría largo tiempo y espacio, debemos aconsejar al viajero que, una vez que dé en pasear por las calles de tal lugar, se acerque a la Avenida de Las Hurdes y pregunte por la Oficina de Turismo. Allí se encuentra el “morihqueñu” Vicente Martín Martín, especialista en Filología Inglesa y que es el alma máter de la revista “De Jigu a Brevas”. Vicente, un jurdano de arriba abajo, es todo un ratón de biblioteca, que tiene arte y salero para conseguir pinceladas sobre la comarca jurdana en los más inverosímiles rincones de libros y legajos, que luego los plasma en las páginas de la revista que él solo coordina, maqueta y dirige. Además, cámara de fotos al hombro, se ha pateado, y lo sigue haciendo de manera milimétrica, cada alquería, lugar o paraje de su entrañable y hermosísimo territorio, donde la gigantesca y áspera montaña alberga la recogida ternura que desprenden los liliputienses huertecillos.
En este 2016 que tenemos a la vuelta de la esquina, se cumple el XXV aniversario del nacimiento de la revista de “De Jigu a Brevas”, que nació allá por 1991 de la mano de una asociación juvenil y cultural que comenzó a hacer sus pinitos en Caminomorisco. Con el tiempo, aquel brote asociativo pasaría a convertirse en la renombrada asociación de “Las Calabazas”, que asumirá la redacción de la revista como una de sus principales actividades socioculturales. El Ayuntamiento de Caminomorisco, con el infatigable y buen amigo Gervasio Martín Gómez al frente, apoyó incondicionalmente aquel proyecto y cedió un local municipal para la confección de sus páginas. Llegó alguna que otra subvención de la Junta de Extremadura y un grupo de jóvenes trabajaba periódicamente en que la revista llegara a buen puerto.
De editarse en papel pasó a la vía digital, pudiéndose ver en la actualidad en la página web: www.encuentrahurdes.es Solo siguen imprimiéndose algunos números, que se hacen llegar a ciertas instituciones, como el Centro de Documentación de Las Hurdes.
Ahora, acaba de aparecer el número 141 de la revista, lo que es toda una proeza cuando una persona sola debe encargarse de todo, desde recabar noticias y artículos, rebuscar fotos y catapultar su distribución. Que no se le olvide al viajero visitar la Oficina de Turismo de Caminomorisco. Seguro que allí encontrará la información que le fue tan difícil conseguir en otras partes. Vicente Martín le atenderá, le asesorará y le informará con todo detalle. Brindemos en estos coletazos del año que se nos va por la larga vida de la revista “De Jigu a Brevas” y para que el gran amigo Vicente siga bregando por esa tierra que tan dentro lleva, por su tierra, la sorprendente y deslumbrante comarca de Las Hurdes.
Publicado en diciembre de 2015