
Los establecimientos que admiten mascotas en el norte de Extremadura aumentan, respondiendo a las necesidades de viajeros que quieren conocer nuevos destinos acompañados de animales que consideran de la familia o porque no les resulta fácil dejarlos a cargo de alguien. Los alojamientos rurales han sido pioneros en abrirles sus puertas porque están enclavados en un entorno abierto en el que los perros disponen de más espacio al aire libre que en un establecimiento urbano, con zonas ajardinadas en las que compartir el tiempo con sus dueños y participar con ellos en actividades como el senderismo.
El norte de Extremadura cuenta con una completa red de senderismo ideal para recorrer con perros, en el Valle del Jerte, Sierra de Gata, Las Hurdes, Valle del Ambroz, La Vera y el Parque Nacional de Monfragüe, sin olvidar el trazado que discurre desde Plasencia hasta el pantano de la ciudad por el paseo fluvial al pie del río Jerte.
Las zonas naturales de los ríos popularmente conocidas como charcos en los que darse un chapuzón junto a las mascotas y en muchos embalses en los que también les está permitido el baño, son otro de los atractivos de la zona para viajeros y acompañantes de cuatro patas. En las piscinas naturales del norte de Extremadura hay disparidad de criterios en cuanto a las zonas que pueden frecuentar los animales, aunque lo más normal es que puedan ponerse a remojo en las áreas que vierten el agua de las piletas.
Por los mismos motivos que los alojamientos rurales los campings del norte de Extremadura se unen también en su mayoría a la lista de destinos pet friendly, o lo que es lo mismo, de alojamientos amistosos con las mascotas, un título que también luce la Red de Hospederías de la Junta de Extremadura, lo que supone una apuesta por parte de la administración regional a favor de los nuevos estilos de vida.
Consultar las condiciones de cada alojamiento
La manera más fácil de conocer qué destinos admiten mascotas en el norte de Extremadura es realizar una búsqueda entre los portales de Internet especializados que van incorporando todos aquellos alojamientos en los que encuentran sus puertas abiertas. Una vez que se elige alguno, lo más recomendable es confirmar por teléfono o correo electrónico las condiciones en las que son admitidos porque los criterios varían de uno a otro establecimiento y no siempre están especificados en la información general con la que se promocionan.
La mayoría solo admite perros pero algunos, aunque muy contados, también gatos. En algunos casos se cobra entre 5 y 25 euros más por animal, mientras que en otros no se carga ninguna tasa. Los hay que solo permiten mascotas que no sobrepasen los 15 kilos o en los que se especifica que no se pueden dejar solos en la habitación ni que transiten por zonas de uso común.
Sí hay uniformidad de criterio en que el dueño es responsable si su mascota hace algún destrozo, realizando un cargo adicional si ocurre. El propietario tiene que vigilar igualmente si su animal de compañía ensucia, ladra o maulla para evitar molestias y no olvidar salir de casa con los papeles en regla: cartilla de vacunaciones y microchip.
Conseguir que la hostelería y los espacios de ocio del norte de Extremadura se abra del todo a las mascotas es una tarea de dos partes, la de los empresarios y la de los dueños que den ejemplo de la educación de sus compañeros de viaje.
Publicado en noviembre de 2015
Fotografía superior Carla Márquez
Fotografías planVe y Morguefile