
De antiguo, se escuchaba decir aquello de “¿andi vah, güé, que non árih? –A Luh Casárih”(“¿Adónde vas, buey, que no ares? -A Los Casares”). La razón era lo escabroso del terreno, cuyos huertos abancalados trepan ladera arriba, formando cientos de terrazas, donde se crían apreciadas hortalizas y hermosos frutales. En primavera, la postal es más que hermosa, pues da la impresión que son multicolores pensiles que de manera inverosímil cuelgan de la desafiante mole de la montaña.

Corre también una vieja coplilla que dice así: “A la genti Loh Casárih/pejiguéruh se lah llama/y ótruh leh dicin gafósuh/y nengunu gáhta gáfah”. Igualmente, dentro de esos dictados tópicos que tanto abundan en nuestros medios rurales, como fruto de ciertas sanas rivalidades entre los pueblos, había quien motejaba a los vecinos de Casares de Las Hurdes con el apodo de “milésimas”, por unas historias que ocurrieron en la llamada “Jesa de Portéruh”: una dehesa rayana al territorio jurdano pero dentro ya de la jurisdicción salmantina, donde muchos vecinos del concejo de Los Casares y del antiguo concejo de La Rivera (hoy, Ladrillar) tenían y tienen partes.

El caso es que estos casareños o casariegos ya están con los cohetes en la mano, dispuestos a anunciar el tronío y la farra que caracteriza a sus fiestas patronales, en honor del Cristo Bendito. El próximo viernes, día 11 de los corrientes, se iniciarán los festejos con el “rejuiju” de la espuma. Luego, sobre las once de la noche, darán en sonar las notas de la discoteca móvil. Al día siguiente, sábado, a primeras horas de la mañana, los más madrugadores participarán en el ritual de “La Arborá del Crihtu”, degustando el enjundioso y apetitoso “Limón” (plato tradicional jurdano) que ofrecerán los mayordomos.

Cuando repiquen las campanas de la altiva torre pizarrosa, saldrá la procesión, acompañada por los tamborileros. Y acabada la solemne misa, actuarán las mujeres de la asociación “El Canchal” en la plaza que lleva el curioso nombre de “La Discordia”.
Por la tarde, castillo hinchable y otros juegos para los muchachos, así como toda una muestra folklórica a cargo del grupo “Virgen de Tebas”, del pueblo cacereño de Casas de Millán. Finalizará la jornada con la tradicional verbena, amenizada por la orquesta “Vértice”.
El domingo, día 13, última jornada de fiestas, se dedicará a honrar a la Virgen de los Dolores, sacándola en procesión. Yendo el mediodía avanzado, todos los asistentes estarán invitados a una degustación de carne asada. Finalmente, se cerrarán los festejos con un concurso de tamborileros, que se iniciará sobre las cinco de la tarde.

Publicado: 8 de septiembre de 2015