Un señor llamado Antonio Rubio

Hace ya varios años que vive entre nosotros, en Plasencia, un señor llamado Antonio Rubio. Antonio es escritor, se jubiló como maestro en el Colegio San Miguel y desde que llegó se le puede ver con frecuencia en actos culturales, sobre todo en cuantos tengan que ver con la Literatura, en conferencias, lecturas poéticas o presentaciones de libros a las que asiste con discreto entusiasmo, como corresponde a un individuo sensible, educado, más bien tímido y absolutamente enamorado de las palabras. Pero Antonio es, además de todo eso, un tipo generoso, y por eso tuvo la amabilidad, superando la timidez y un más que comprensible miedo escénico, de colaborar en la pasada feria del libro, acompañado por su amigo Álvaro Muñoz, con una actividad dirigida al público infantil que entre los dos decidieron titular “Cuentos con cantos”.

cocodrilo antonio rubio
Cocodrilo. Antonio Rubio. Editorial Kalandraka.7 euros

La primera sorpresa que tuve cuando asistí, con la carpa de la feria abarrotada, a “Cuentos con cantos” fue ver a Antonio Rubio transfigurado. La cosa comenzó, como corresponde, de forma tímida, con Antonio saludando cariñosamente a los niños, su público, pero supongo que eso lo fue animando y le ayudó a coger confianza, porque una vez en el escenario, rodeado de sus libros y con la complicidad musical de Álvaro, se convirtió en un auténtico showman: allí leyó, cantó e interpretó con entusiasmo y, como resultado -y ahora va la segunda sorpresa-, logró encandilar a decenas de niños de la era digital, a niños de la época de internet, las tablets y las consolas de videojuegos, con nuestra herramienta más antigua, analógica y esencial, la palabra. Confieso que me sorprendió gratamente ver cómo todavía el ritmo, la rima y el sucederse armónico, cadencioso de las palabras eran capaces de encantar a aquellos pequeños oyentes de un tiempo plagado de imágenes y megabytes. Obviamente, detrás de ese maravilloso poder de atracción hay muchos años de experiencia, hay mucho tiempo trabajando con niños, pero estoy convencido de que para lograr un resultado así es preciso, además, poner mucha fe y mucho amor en el trabajo, en la enseñanza y en la escritura, pues solo así es posible acertar con la cuerda, con el resorte, con el discreto mecanismo capaz de hacer vibrar de ese modo a los chavales.

Una tercera sorpresa -esta ya, al lado de las otras dos, menor- fue ver el extraordinario partido que se puede sacar a libros tan elementales como Cococrilo, ilustrado por Óscar Villán y publicado por la editorial Kalandraka en su colección “De la cuna a la luna”.

Versos vegetales antonio rubio
Versos Vegetales. Antonio Rubio. Editorial Anaya. 8,5 euros

Ya antes de conocer a Antonio se lo había regalado yo a mi sobrino, de año y medio, movido, sobre todo -lo reconozco- por las ilustraciones, llamativas y llenas de color, y por el texto, sencillo, fácil de leer para los padres y fácil de reconocer más adelante, cuando el niño comenzase a leer, pero lo que jamás hubiera podido imaginar era que esas dieciséis páginas impresas en cartón pudieran dar tanto juego, y es que, después de ver a Antonio Rubio en acción, uno descubre que Cocodrilo, y Luna y Miau y Pajarita de papel, son apenas partituras, y que si es capaz de interpretarlas debidamente -haciendo un esfuerzo, eso sí, por superar su sosería natural-, puede lograr hacer brotar de ellas magia.

Volviendo a la feria del libro, para seguir después la fiesta en casa, nada más terminar la actividad de Álvaro y Antonio le compré a mi hija el libro Versos vegetales, bestseller escolar publicado por Anaya en la colección “Sopa de libros”. Pues bien, les puedo decir que lo devoró -casi literalmente- en menos que canta un gallo y que, entusiasmado por verla tan entusiasmada, lo leí esa misma noche, y de ese modo descubrí que, aparte de mucha experiencia en el trato con los niños, detrás de los poemas de Antonio hay también mucha sabiduría, mucha lectura y un muy buen conocimiento tanto de nuestra tradición oral como de los rudimentos rítmicos y métricos con los que se construye, en nuestra lengua, la poesía.

antonio rubio
Tres cuentos de Urraca. Antonio Rubio. Editorial Anaya. 8 euros

Por último -porque tampoco se trata aquí de analizar las obras completas de Antonio Rubio- he comprado hace unos días los Tres cuentos de Urraca, publicados por Anaya en la misma colección de Versos vegetales. Se los tengo guardados a Mafalda, porque me gusta dosificarle los libros, la lectura, el entusiasmo, pero yo ya lo he leído en secreto y sé que le va a encantar.

Estoy deseando encontrar cualquier excusa para regalárselo, entre otras cosas, porque estoy convencido de que al igual que los famosos “cuadernos Rubio” nos ayudaron -y siguen ayudando hoy a los niños- a aprender y a afianzar la escritura, estos otros “Rubio”, los hermosos libritos de Antonio, son un vehículo extraordinario para conducir a nuestras pequeños lectores hasta la maravillosa senda de la lectura.

Publicado: 10 Junio 2015

 

También te puede interesar

Date un paseo por las murallas de Extremadura

Los avatares históricos han dejado huella en Extremadura desde que las primeras…

Corre entre monumentos en la media maratón de Trujillo

La Media Maratón de Trujillo se celebra el domingo 12 de noviembre…

El Martes Mayor 2022 de Plasencia estrena puestos con degustaciones junto a la Catedral

El Martes Mayor 2022 estrena puestos de productos autóctonos en la plaza…

El Bordón se va a Tejeda de Tiétar

Ruta de los Pontones de Plasencia a Tejeda de Tiétar. Es la…