El Ceder Cáparra, institución que mueve los hilos festivos y socioculturales de la mancomunidad de Trasierra-Tierras de Granadilla, ya ha atado y reatado los últimos flecos de cara a la celebración de “La Floralia”, recreando entre los vestigios históricos de la antigua ciudad romana de Cáparra aquella fiesta que el pueblo romano celebraba en honor de la primavera. Sabido es que la diosa Flora, según la vieja mitología, fue raptada por Céfiro, dios del viento, que se enamoró de ella y con la que tuvo dos hijas. Su origen parece que es prerromano, siendo el rey sabino Tito Tacio el que la impulsó. Si al principio tuvo un marcado carácter agrario y plebeyo, posteriormente, sobre todo en la época de la República romana, se convirtió en una fiesta desenfadada y con aires libertinos. La fiesta se erigió en un himno a la vida, a la renovación y al espíritu epicúreo, donde las mujeres vestían túnicas de vivos colores y se colocaban guirnaldas y coronas florales, corriendo el vino a raudales.
Partiendo de estos sustratos sociofestivos, se ha confeccionado el correspondiente programa para la edición de este año. La ambientación de época empapará el marco donde se celebra la fiesta. No faltará la visita guiada al yacimiento romano. Habrá luchas de gladiadores en el anfiteatro. Para los más peques, se organizarán juegos infantiles romanos. El personal podrá montar en las cuádrigas. Desfilarán los valientes y osados centuriones. Se escenificarán obras de teatro en el foro. Las danzas romanas alegrarán la jornada e incluso se llevará a cabo una pasarela romana. Abrirán sus puertas la taberna y el mercado romanos, para todo el que quiera llenar la andorga con un menú propio de la antigua Roma o adquirir recuerdos y utillaje vario de aquella gente que perteneció al que fue el mayor imperio del mundo en tal época.
Pueblos indígenas
También la mirada se retrotraerá hacia aquellos pueblos indígenas que habitaron gran parte de los territorios que, una vez subyugados, caerían bajo la órbita de Cáparra: los vettones y lusitanos, que marcharían juntos numerosas veces en las guerras que mantuvieron contra Roma en el siglo II antes de Cristo y en las que adquirieron gran renombre los caudillos Púnico, Cesaro, Cauceno y, de modo especial, el heroico Viriato. En su recuerdo, se hará una recreación de los castros vettones (y no de los “castos” vettones, como se dice en el programa, que de castos tenían muy poco). Bueno sería, al decir de un buen puñado de comarcanos, que los organizadores hicieran, en sucesivas ediciones, mayor hincapié en el mundo de estos pueblos indígenas, de los que quedan profundas huellas arqueológicas en diferentes puntos de la zona y que pelearon valientemente en aquellas contiendas que los romanos denominaron “Purinos polemos” (la guerra fiera), celosos de su libertad ante el avance del imperialismo de Roma.
La fiesta se celebrará el próximo sábado, día 16 de mayo. Al objeto de que todos los que lo deseen se pueden trasladar tranquilamente a la ciudad romana de Cáparra, se dispondrá de un servicio gratuito de autobuses, que saldrán cada 30 minutos desde el Poblado del Embalse de Gabriel y Galán y desde la Estación de Servicio “El Avión” (salida 455 de la A66).
Publicado; 11 mayo 2015
Fotografías cedidas por Viriato