Como escribe el hiperactivo y batallador alcalde de Pescueza en la correspondiente página de Facebook, el “Festivalino” que celebran en su pueblo y cuyos ecos ya han llegado a los más apartados rincones es una muestra de radicalidad democrática y participación ciudadana. Añade, igualmente, que tal evento es música, teatro, reflexión, cosas del pueblo, excursiones, lo más antiguo en consonancia con lo más moderno y, en definitiva, una muestra de cultura contemporánea que contempla numerosas realidades.
Hogaño, los organizadores del Festivalino han tenido a bien invitar a la Corrobra Folklórica y Etnográfica “Estampas Jurdanas”, un grupo heterogéneo en el que se integran vecinos de los más dispares pueblos que conforman el territorio jurdano. Este grupo se fue vertebrando por los años 90 del pasado siglo, integrándose en él la gran mayoría de los tamborileros de la comarca, danzarines, “ramajéruh”, “cantaórih de cóprah y románcih” y otra serie de personajes que encarnan y representan viejos mitos que han pervivido enclaustrados en el laberinto de montañas de la tierra jurdana. Ellos son los que mantienen, en la actualidad, festejos tan señeros como “La Carvochá”, “La Chicharrona” o el “Carnaval Jurdanu”. En su ya larga andadura, han llevado la cultura oral de la zona, sobre todo en lo que se refiere a sus aspectos etnomusicológicos, a numerosos puntos de la geografía española, con alguna incursión por la vecina nación portuguesa.
las banderas de “Estampas Jurdanas” se acogieron tamborileros tan egregios como Gregorio Martín Domínguez (Tío Goyu “El Farra”), de Nuñomoral; Domingo Rubio Crespo (Tío Mingu “El Jurdanu”) y Saturnino Oñoro Domínguez, ambos de la alquería de El Cerezal; Agustín Vázquez Vázquez, de Pinofranqueado; Jesús Crespo Crespo (Tío Jesúh “El Chotu”), de la alquería de La Fragosa; Baldomero Roncero Martín (Tío Meru), de la alquería de Casarrubia; Gregorio Iglesias Pizarro (Tío Goyu), de Cambroncino; Jesús Hernández Talaván (Tío Jesúh “El Carca”), de la villa de Casar de Palomero; Pedro Alonso Iglesias (Tío Pedru), de la alquería de La Segur; Francisco Martín Sánchez (Tío Pacu), de la alquería de El Mesegal o Máximo Esteban Sánchez (Tíu Máximu), de la alquería de La Sauceda. Todos ellos ya fallecidos, así como el nunca bien llorado Gonzalo Martín Encinas, a quien la parca lo guadañó en la madurez de su vida y que era considerado como el mejor danzarín de toda la comarca de Las Hurdes.
El próximo sábado, día 11 de abril, será la jornada dispuesta para que una gavilla de jurdanos encuadrados en el referido grupo recorran las calles de Pescueza, bajo el son de sus gaitas y tamboriles, ejecutando antañonas danzas y cantando coplas y romances que se pierden en la noche de los tiempos.
Publicado: 6 abril 2015