Cuando usted abra la puerta de su habitación va a encontrar pétalos de rosas esparcidos por la cama, además de flores, velas, fruta, bombones y una cubitera con champán francés. Eso de entrada.
Si le apetece puede ponerse el albornoz, coger la llave de uno de los cuatro baños árabes privados y disfrutar del espumoso sumergido en una pileta de agua cálida, con luz tenue y musiquita. A la hora que quiera y durante tanto tiempo como lo desee.
Son solamente dos de los detalles que han convertido a La Almazara de San Pedro en el Hotel Más Romántico de Extremadura. Ese honor se lo han concedido los clientes que ya conocen este establecimiento de Sierra de Gata, a través de los comentarios realizados en uno de los buscadores de viajes más famosos de la Red.
El alojamiento rural se encuentra al pie de la EX205, a dos pasos de la frontera portuguesa, junto a Eljas y está concebido como un lugar para parejas. De ahí el mimo puesto en cuidar el ambiente para que sea lo más privado posible. De ahí, también, que lo más probable es que durante su estancia no se cruce con niños porque el escenario no es el más adecuado para que se entretengan los más pequeños sino para que lo hagan sus padres o quienes lo serán más adelante.
Se trata de condiciones que hacen de este antiguo molino de aceite un espacio singular. Recuperado con siete habitaciones, cuatro baños árabes independientes entre sí, sauna con vistas al jardín, piscina, biblioteca y comedores interior y exterior, es un vergel en el que su equipo se afana por ofrecer un servicio a la carta. No sólo en cuestiones gastronómicas, que si a usted le apetece que así sea también lo harán posible, sino a cualquier otro nivel. Para conseguirlo, no tendrá más que avisarles con algo de tiempo.
PACTO DE CONFIDENCIALIDAD
En La Almazara cuidan tanto la intimidad de sus huéspedes que si se reserva en su totalidad se comprometen incluso a firmar un acuerdo de privacidad, una especie de pacto de silencio para que nadie sepa quién anda por ahí dentro y evitar así cualquier molestia. Es un requisito del que ya han echado mano personajes públicos o sometidos a medidas excepcionales de seguridad.
“El verdadero lujo no acepta multitudes”, dice José Miguel López, el empresario que dio vida a este negocio movido por las ganas de ofrecer experiencias nuevas para dos.
Es la esencia de este establecimiento, que también abre su abanico de posibilidades al disfrute de grupos reducidos que quieran celebrar un evento especial, un aniversario o una beautyparty al más puro estilo neoyorkino pero en medio de uno de los paisajes más privilegiados del norte extremeño.
Las sensaciones están aseguradas dentro de este alojamiento pero si también quiere sentirlas de puertas afuera podrá hacerlo. Por ejemplo, convirtiéndose por unas horas en ‘macutero’ y pateando las rutas que hicieron los contrabandistas de café y tabaco para burlar los controles cuando pasaban mercancía por la frontera portuguesa.