Dándose las últimas puntadas se encuentran los organizadores y patrocinadores de dos arcaicos y magnos acontecimientos que tendrán lugar el próximo día 1º de noviembre en la comarca de Las Hurdes, cuando sobre las antiguas eras enlanchadas donde se trillaba el centeno se dé paso a los rituales de “La Carvochá” y “La Chicharrona”, de los que daremos cuenta en sucesivas crónicas.
Hogaño, el grupo de “Comádrih” de Nuñomoral, integrado por una gavilla de guapas hembras de este concejo, situado en el pétreo corazón del territorio jurdano, serán las encargadas de cantar las coplas del arcaizante “Petitorio de Ánimas”, que algunos investigadores lo remontan a nebulosos tiempos del siglo XII. Hasta la fecha, estas antiquísimas coplas las venía cantando Pablo Sánchez Sánchez, tamborilero de la aldea de Las Erías, en el concejo de Lo Franqueado, y quizás la única persona que las conservaba en su memoria. No en vano el pueblo de Las Erías ha venido conservando este ritual del Petitorio, al que soldaban otros antiguos y singulares villancicos; de aquí que fuera el día de Nochebuena cuando se llevaba a cabo. En otros pueblos de la comarca, también se rastrean estos cánticos animeros, pero ya muy deshilachados y en la memoria de los más mayores.
Identidad
Las “Comádrih” de Nuñomoral son muy conscientes de que no pueden dejarse morir tradiciones que son parte de las raíces y de la identidad como pueblo de la histórica y legendaria comunidad agropastoril que conformó la demarcación de Las Hurdes. Por ello, se pusieron manos a la obra y, tras memorizar los cánticos que atesoraba Pablo Sánchez, andan liadas con los ensayos.
El día 1º de noviembre, sábado, ataviadas con sus indumentarias de “comádrih”, desgranarán estos antañones cantares, a los que acompañará el vecino de la alquería de Las Mestas (concejo de La Rivera) Cirilo Marcos Domínguez, más conocido por Cirilo “El Picho” o “Ciripolen”, el cual hará sonar la “ehquila de ánimah”, una pequeña campana que se conserva, desde tiempo inmemorial, en el mentado pueblo de Las Mestas. Los cánticos tendrán lugar después del encendido de la “Jogará de lah Ánimah” y de otros singulares rituales que tienen mucho que ver con el Samaín o noche de los difuntos de la cultura céltica.
Magnífica ocasión esta del 1º de noviembre para que el viajero y toda persona ávida de historias y leyendas de ultratumba se acerque a escuchar los arcaicos cánticos de ánimas, al que también acompañan otros romances, cantados por hombres y mujeres de Las Hurdes, donde la muerte y lo lúgubre vertebran sombría salmodia. Ello no quita para que, luego, se invoque a los muertos a base de danzas al son de la gaita y el tamboril, así como del buen yantar, el buen beber y el mejor holgar.
Publicado: 14 octubre de 2014