A estas alturas del verano, puede que por Madrid, Barcelona, Sevilla o, más allá, Francia, Portugal, Reino Unido o Alemania ande el visitante número 509.801 del Norte de Extremadura.
O puede que por Villar del Rey o en Badajoz. Porque aquellos son los lugares de España y del extranjero de donde más viajeros nos vienen, pero también el turismo interno en Extremadura va a más.
Pero igual lo que más os ha llamado la atención es esa cifra tan redonda, pero es que es la que maneja el Observatorio Turístico de Extremadura y la que ha consolidado al norte extremeño como principal destino de la región. Un escenario que ya habrían querido para sí Los Refrescos cuando cantaban a finales de los 80 aquella canción del verano de Aquí no hay playa.
Eso sí, son datos que comprenden de junio de 2013 a julio de 2014 con lo que habría que sumar un puñadino de visitantes más hasta ahora. Lo que quiero decir con estas boutades es que no se trata de ponernos estupendos, pero sí de tomar nota porque confirma que el futuro del Norte de Extremadura va ligado al turismo y que tenemos que creernos que somos estupendos. La diferencia de estos verbos lo dice todo. No se trata de mirarnos el ombligo, pero sí de tomar conciencia del tirón que tienen nuestros espacios naturales y nuestro patrimonio histórico-artístico, que son las motivaciones expresadas por los propios turistas en las encuestas. Voilá la clave para mejorar en todos los sectores que hacen más atractivo el turismo y buscar, entre todos, al visitante un millón...
Entre tanto una de las visitantes ha sido este verano la propia vicepresidenta del Gobierno de Extremadura, Cristina Teniente, unas veces en visita oficial y otras en privada, pero siempre en zapato plano. “Porque sé que siempre que vengo por aquí es una visita intensa” y reconoció, ya en “modo vicepresidenta” que “sin duda el futuro del Norte de Extremadura está ligado al turismo”. Como al sector agroalimentario, obviamente también.
Lo que van al alimón en torno a las cerezas en el Valle del Jerte, primer destino dentro de las comarcas del norte extremeño seguido de La Vera y El Ambroz como plazas destacadas, según los datos oficiales.
Los mismos que revelan que el Parque Nacional de Monfragüe y la reserva natural de la Garganta de los Infiernos son dos joyas de la corona. Así como que Plasencia ocupa el tercer lugar entre las ciudades más visitadas de Extremadura tras Cáceres y Mérida. Los demás rincones suman, pero estos funcionan como polos de atracción, según el Observatorio Turístico de Extremadura del que nos han dotado nuestros representantes políticos y que sitúan al norte a la cabeza de los lugares con más pernoctaciones y estancia media por turista.
Realidades que sirven de base a la Asociación del Norte de Extremadura y a su legítimo interés por crear marca propia de las comarcas del mismísimo norte geográfico con el plus de atractivo que aportan también las vegas del Alagón y la ciudad de Coria.
Este es el panorama en tiempos de crisis e igual que destacamos que la hospitalidad del pueblo extremeño está entre lo mejor valorado por los turistas, haríamos bien en tomar nota de sus recomendaciones, tales como mejorar la promoción turística. No en vano el turismo es un motor económico en toda regla.
Publicado en agosto de 2014