Territoriu de Bandolerus es una película peculiar que marca diferencias. Primero por la ausencia total y absoluta de profesionales en todas las áreas, guión, dirección e interpretación, que son llevadas a cabo con aceptable pericia por los vecinos de la propia localidad de Serradilla, que suplen su falta de conocimientos con un trabajo y tesón dignos de elogio.
Otra, y muy importante, es que una parte de los diálogos son en serraillanu, un habla singular con origen en el astur-leonés que llegó a la zona occidental extremeña con el proceso de la reconquista por el reino de León y que arraigó en esta tierra y aún pervive al paso de los tiempos y a la modernidad cultural que engulle esos pequeños tesoros.
Esta película rescata un personaje de leyenda de la historia local serraillana, la figura del “Cabrerín”, un muchacho de quince años al que el hecho puntual de matar a un bandolero, que pretendía arrebatarle un macho de la piara de cabras, le lleva a convertirse en el bandolero más recordado de toda la comarca de Monfragüe.
Al rodaje se le suma la circunstancia más relevante, el presupuesto de la obra, el coste “0 €”, algo realmente inconcebible y que representaba todo un desafío. Lejos de ser un obstáculo terminó convirtiéndose en el eje que vertebró todas las voluntades y que unió al vecindario en torno a la idea de que juntos se podía, dando lugar a un fenómeno digno de estudio sociológico.
El grupo promotor supo transmitir la ilusión y el proyecto comenzó a tomar forma, para convertir el pueblo en una especie de cooperativa que socializó el trabajo y facilitó la ejecución del plan, que se concluyó gracias a esa colaboración desinteresada.
El rodaje, durante dieciocho meses, fue como una especie de romería. Unos vecinos actuando, otros mirando, otros prestando indumentarias y enseres para terminar la jornada con una comida comunitaria, pasando la bota y riendo de los errores cometidos y de las infinitas repeticiones, que luego se han convertido en unas divertidas tomas falsas y que están pendiente de ser exhibidas el próximo martes, día 26 de agosto, al aire libre, en la ermita de Santa Catalina a tres kilómetros de Serradilla y que es uno de los escenarios de la película.
Hubo momentos de verdadera dificultad. No puede olvidarse que se trata de una película de época: vestidos, carruajes, armas, mobiliario…Las calesas, sin duda, fueron lo más difícil de conseguir, no sólo porque en la localidad no las había, sino porque encontrándolas,a ver cuál era la forma de transportalas al lugar del rodaje. Nunca se hizo más patente aquello de la fe mueve montañas porque ahí están en todo su movimiento dentro de esa película social que ya forma parte del patrimonio cultural, no sólo serradillano, sino extremeño.
Se estrenó en el campo de fútbol en Serradilla en agosto de 2013 con una puesta en escena de récord al asistir unas 3500 personas teniendo el municipio 1800 habitantes.
Publicado el 22 de agosto de 2014
Próxima proyección por el Norte de Extremadura: