Tras la novena celebrada en honor de ese “Cristu Benditu” que cantara el insigne vate José María Gabriel y Galán en un poema de hondos sentimientos, los guijarreños se disponen a seguir rindiéndole honores a lo largo del próximo fin de semana.
En el programa confeccionado por el Ayuntamiento, se hace constar que el viernes, día 12, a las 22,00 horas, los vecinos y demás asistentes aficionados al cante grande podrán disfrutar con el grupo flamenco “Villa de Hervás”. En la jornada del día 13, sábado, tendrá lugar la ya tradicional tirada al plato en el paraje de “El Valli de lah Búrrah”. Por la noche, verbena popular, a cargo de la orquesta “Xeladama”.
El día 14 se entroniza al Cristu Benditu de la Misericordia. Por ello, no pueden faltar los acontecimientos religiosos, como la misa concelebrada y la colorista procesión, en la que la arquetípica figura del tamborilero desgranará sus antiquísimos sones procesionales, habiendo soltado ya sus alegres notas al venir el día, con antañonas alboradas que animan a los vecinos a salir de entre las sábanas. Camino de la ermita, la procesión hará una parada en la plaza mayor, junto al monumento levantado en honor del poeta Gabriel y Galán, al objeto de que todo aquel que lo desee pueda dedicarle unos versos al Cristu Benditu. Seguro que serán muchos los que se animen, ya que la semilla del poeta fructificó con creces por estos campos, pues toda una gavilla de lugareños lleva el duende de la poesía interiorizado en lo más cálido de sus adentros.
Más tarde, junto a la ermita del Cristo, habrá subasta de ofrendas y la típica puja por los brazos de las andas. Acabados los actos religiosos, la charanga “Arañuelo” recorrerá las calles de la localidad, animando al personal a entrar en harina y marcarse unos alegres bailes. Después de la cena, una verbena más, con los acordes del grupo “El Trío”.
Buenas fechas
Buenas fechas son estas para acercarse por los campos de Tierras de Granadilla y llegar a Guijo para disfrutar de sus fiestas y visitar, de paso, la Casa-Museo de Gabriel y Galán, su tumba en el camposanto de dicho pueblo y otros rincones del lugar que rezuman aires galanianos por todos sus costados. Estas recientes lluvias de septiembre han lavado el terruño y, aquí y ahora, encajan a la perfección aquellos versos que vertiera José María Gabriel y Galán en aquel bucólico poema de “Ara y Canta”: “Labriego, ¿vas a la arada?/Pues dudo que haya otoñada/más grata y más placentera/para cantar la tonada/de la dulce sementera”.
Publicado: 11 de septiembre 2014
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