El próximo domingo, día 10 de agosto, Riomalo de Abajo entronizará a su Virgen de los Dolores.
Nada más pasar la alquería de Riomalo de Abajo, el viajero se adentra en la Comunidad de Castilla-León. Pero los límites de la comarca de Las Hurdes por el saliente no se corresponden, geográfica e históricamente, con el río Ladrillar, que, como se ve en una de las fotos que plasmamos, se erige en la frontera entre la provincia de Salamanca y la comarca jurdana. La verdadera delimitación debería estar en el río Alagón. La absurda división que trazara, en el siglo XIX, el político Javier de Burgos creó flagrantes anacronías, dejando fuera del territorio jurdano la aldea de La Rebollosa, que pasó a ser administrada por el pueblo salmantino de Herguijuela de la Sierra, y toda la zona de Las Batuecas pasó a depender de aquella otra localidad, también salmantina, de La Alberca. Se rompió a propio intento las fronteras de la comarca mejor definida de toda Extremadura: Las Hurdes, cuyos límites están establecidos por los propios condicionantes geográficos y así fueron reconocidos ya en el siglo XII. Modernamente, y debido a cuestiones políticas, también el pueblo de La Pesga se separó de su matriz natural y se unió a la comarca de Tierras de Granadilla.
Riomalo de Abajo tuvo, en sus tiempos, cierto renombre y contaba con parroquia propia, puesta bajo la advocación de la Virgen de los Dolores, que el próximo domingo se dispone a festejar por todo lo alto. Los pocos vecinos, más los muchos emigrantes que se desplazan en estas fechas desde la diáspora y el gran número de turistas que viene a sentar sus reales en el estío debido a su microclima de montaña y a sus piscinas naturales procesionarán a dicha Virgen por las calles de la alquería. Como es típico y tradicional, el tamborilero no puede faltar en este devoto cortejo, ni tampoco en el besamanto y en el consiguiente ofertorio.
Comida Popular
Transcurridos los actos religiosos, todos los asistentes participarán en una comida popular, donde confraternizarán y compadrearán, cantarán antiguas coplas y, si se tercia, también echarán algunos bailes al son de los instrumentistas traídos para la ocasión. Por la tarde, habrá taller de manualidades, juegos populares, teatro infantil y otros entretenimientos para la chiquillería. Y por la noche, la verbena de las fiestas.
Buenas fechas estas para acercarse a Riomalo de Abajo y asomarse al mirador sobre el río Alagón, en el paraje de “El Melero”, a fin de contemplar el meandro más impresionante de todos los ríos que conforman la región extremeña y, de paso, integrarse en alma y cuerpo en esta jornada festiva, donde nadie es más que nadie y las puertas están abiertas de par en par.
Aparte del Ayuntamiento de Caminomorisco, concejo al que pertenece Riomalo de Abajo, han colaborado con estas fiestas, como cosa habitual por estos pueblos jurdanos, ciertas firmas de la zona, tal que Electricidad “El Rayo”, mieles y pólenes del “Tío Picho”, Encurtidos “Jairo”, Construcciones “Andrés”, Quesos “El Cuco” y “El Panadero del Pueblo”