Todos los que le conocemos, admiramos el proceso pictórico de este peculiar pintor con mayúsculas. Desde sus comienzos más académicos ensaya con retratos, paisajes y edificios que le rodean, todo ello fue forjando un recorrido y un lenguaje personal, cercano y sugerente. Ensayo y error. Sus trazos nos enseñan esa búsqueda del signo, de la imagen trazada con la sabiduría de la Historia del Arte.
Toda una vida dedicada y entregada al acto de pintar, de dominar como nadie el lenguaje de las ceras, las luces, las líneas, el color y la composición. Aprendiste con los maestros: Antonio López, Antonio Guijarro, Manuel Villaseñor, Cristobal Toral, Barjola entre otros en la Real Academia de San Fernando de Madrid donde sólo entraban los mejores.
Para entender su obra tendremos que acercarnos a la inmensidad de la luz de Velázquez, al espacio onírico de Giorgio de Quirico, a la fuerza de Goya, al silencio de Paul Cezanne, a la línea de Giacometti, a la crudeza de Munch o al gesto de Brancis Bacon y Saura. El conocimiento de estos y otros artistas a través de la Historia del Arte le han ayudado a entender la plástica y a dominarla como pocos.
El pintor del silencio mira cada mañana por la ventana de su estudio el color de las paredes de la Iglesia de Malpartida de Plasencia, colores ocres, marrones, negros y amarillos y admira la luz que incide en estas piedras que hablan a través de los siglo para quienes quieran escuchar. Su mirada profunda nos devuelve su interior más nihilista e intangible transformada en estos dibujos que compiten con estas paredes pétreas. Este es su diálogo constante con el mundo y es capaz, con su obra intensa y profunda de dialogar con estas piedras; sus cuadros no hablan de la poesía del alma, esa espiritualidad que nos engrandece y nos hace más humanos. Nos transmiten emociones universales de paz y desasosiego, de dulzura e inquietud, de rabia y amor contenidos. Nadie como él sabe que todo su esfuerzo es fruto de la reflexión silenciosa que amansa el animal pictórico que lleva dentro.
Exposición “Luz de ceras” de Vicente Manzano
Centro Cultural Las Claras, Plasencia
Del 18 de Junio al 15 de julio
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