Nacho Dean, primer español en dar la vuelta al mundo caminando, ha elegido el río Jerte como uno de los lugares de entrenamiento para su próximo reto. El aventurero, que caminó 33.000 kilómetros por 31 países de América, Asia, Europa y Oceanía, desde el 21 marzo de 2013 al 20 de marzo de 2016, ha encontrado en el embalse de Plasencia y la Garganta de los Infiernos del Valle del Jerte, dos escenarios perfectos para ponerse en forma de aquí a final de 2017, que será cuando desvele su nuevo desafío.
Por el momento solo da una pista: “Tiene que ver con el agua”.
El embalse de Plasencia y Los Pilones
Nacho Dean, malagueño de 37 años y vecino de Madrid, cuando no está de aventura por el mundo, ha comenzado en julio sus entrenamientos en el pantano de Plasencia. Un enclave natural a cuatro kilómetros de la ciudad del Jerte, al que se puede acceder en coche desde el desvío de la urbanización Valle del Jerte en la N-110 Plasencia-Soria o por carril bici y caminando por el paseo fluvial. Esa accesibilidad desde el casco urbano, que sea un pantano grande y sin navegación a motor, son cualidades que Dean valora de una manera especial, hasta el punto de incluirlo entre sus lugares preferidos de entrenamiento. Para relajar cuerpo y mente, el escenario elegido en Extremadura ha sido la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, por donde ha caminado hasta pozas recónditas en las que chapuzarse.
Hasta 10 kilómetros ha llegado a hacerse en las aguas abiertas de la presa del Jerte en Plasencia, en tan solo una sesión, a las que seguirán otras en septiembre, cuando repita visita para presentar su libro Libre y Salvaje en la Librería La Puerta de Tannhäuser (día 30, a las 20.00 horas).
Extremadura, su puerta de vuelta a España
Nacho Dean es el primer español en dar la vuelta al mundo caminando y la quinta persona que se ha embarcado en esta aventura hasta el momento. Precisamente conoció Extremadura en el tramo final de ese gran viaje en el que sumó 33.000 kilómetros en 1.095 días, cargando lo imprescindible para su aventura en un carrito de trekking, al que bautizó como Jimmy.
Extremadura por la frontera de Caya entre Elvas y Badajoz, fue su puerta de entrada en el regreso a España. Desde ahí siguió por La Roca de la Sierra, Cáceres, Cañaveral, Plasencia, Jarandilla y Madrigal de La Vera, más la Sierra de Gredos, hacia Madrid.
La conexión placentina de Nacho Dean
Nacho Dean fue relatando en su web earthwidewalk.org y en redes sociales su periplo alrededor del mundo y entre sus seguidores estaba Jesús Muñoz, fundador y alma mater de la asociación senderista El Bordón, que se puso en contacto con él para acompañarle en su llegada a Plasencia.
Caminante empedernido, como demostró con sus 900 kilometros por Valeria, Muñoz le brindó, además, la posibilidad de hacer una puesta a punto su cuerpo tras miles de kilómetros, con las manos expertas de su hijo, el fisioterapeuta Alberto Muñoz de FisioFym .
Un afortunado doble encuentro, que ha servido para abrir unos fuertes lazos con Extremadura, hasta el punto de convertirla en escenario de su próximo reto. Dean busca, además, nuevos enclaves dentro de la región donde nadar en aguas abiertas e ir bien entrenado para darlo todo en su próxima aventura.
Es la línea de vida que se ha marcado este joven, que estudió Publicidad y Relaciones Públicas y Medio Ambiente y dejó su trabajo por hacer realidad sus sueños. Desafíos que le hacen sentir que está vivo y se han convertido en la manera de lanzar al mundo el mensaje de que es necesario cuidar el planeta y ser respetuosos con la naturaleza.
Fotos cedidas por Nacho Dean, Jesús Muñoz y Alberto Muñoz
Publicado en agosto de 2017
@Planveando Comunicaciones SL
